No, espera, no fue así.
. Todo comienza con un accidente nuclear que dota a la especie caprina de la inteligencia necesaria para aprovechar sus poderosas cornamentas, increíbles saltos y atronadores balidos para acabar con el yugo humano. Pero como carecían de pulgares, supieron aguardar con paciencia la invención de robots automatizados capaces de.